martes, 2 de febrero de 2021

Esos héroes de la Huerta Nacional


Photo by Stephan Vanfleteren


02 febrero 2021

Pasar de puntillas por su historia es siempre difícil. Viudo, con tres hijos que viven por el mundo gracias a la educación que él pudo pagarles, y unas tierras de labranza que nadie quiere heredar, ni comprar ... 

- "La Huerta ya no la quiere nadie, Enrique, las grandes Empresas que comercializan a cualquier precio productos de cualquier lugar del mundo y las urbanizaciones, han acabado con ella".

A sus 78 vive solo en un "pisico" de dos dormitorios de esas de las antiguas VPO, (esas que ahora llaman de alquiler social en ayuda de las llamados Familias Vulnerables), en una pedanía de las más rurales de la "city" de La Huerta. Su historia es solo una más de esos tantos héroes de la historia reciente de la  España más tradicional. 

- "Solo hice lo que me enseñaron, trabajar, trabajar y cuidar de la tierra y de todos los míos ... ahora ya no es así, la gente se va de aquí, solo viven para ellos y aquí solo quedamos los más viejos de La Huerta ... pronto nadie sabrá ni quien fuimos".

Y Faustino, al que le empezaban a enrojecer sus negros ojos mientras me contaba su amarga historia, apuró su penúltimo y abrasivo Belmonte y siguió de animada y melancólica charla con el resto de Huertanos de mi Ateneo del Sur, sobre eso que ellos seguramente ignoran, que hicieron del ayer un hoy posible, aunque nunca nadie jamás se lo haya dicho, ni agradecido.

Sandra, una linda sesentona del barrio sevillano de Santa Cruz, puesta a empresaria autónoma, (y a mucha honra), como adjudicataria del servicio de Restaurante, Cafetería y Eventos del Ateneo Huertano, puso la guinda a la madrugada de mis sueños utópicos, sí, se subió la falda de mujer discreta y se puso a bailar una Samba sevillana, (algo inédito para mi),  lo cual - al grito de: "Venga mis Huertanos queridos, arriba el ánimo" - consiguió - junto con un sensual ... "El próximo Belmonte lo paga la casa" - que todos mis viejitos olvidaran sus temores al mundo en soledad en el que viven y se levantaran de sus sillas e hicieran gestos bailarines, en un claro intento de querer decir o insinuar que el ánimo es solo cuestión del Olvido a lo que se es ... aunque ellos, sin saberlo, se merezcan lo que ayer esa bella de Santa Cruz supo darles ... darnos.




enriquetarragófreixes

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